jueves, 27 de marzo de 2008

Abrimos este blog para informar de todo lo que está pasando en la universidad de vic. Según han informado algunos profesores existe una secta que se está moviendo por la Uvic y no sabemos exactamente que pretenden. Un profesor nos ha informado que unos policías vestidos de paisanos lo están investigando.

Aquí dejamos una foto de lo que parece ser el principal "logo" de la secta.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esteu jugant amb foc. Els illuminati no obliden ni perdonen a tot aquell que vulgui interferir en el sagrat vincle secret universitari. Fa 4 anys que hi han Skulls & Bones a l'Universitat de VIC (al edifici D s'han fet rituals de nit i han passat coses extrnyes) i fins i tot, hi han professors que formen part en aquests rituals. S'han trobat inscripcions amb el número 322 i fins hi tot al disseny de l'edifici F, l'arquitecte va aplicar simbologia illuminati.

El número 322 también ha sido el favorito particular de cazadores de mentes conspiradoras por la evidencia de las conexiones globales de los Skull and Bones. El número fue la combinación del maletín de Averell Harriman cuando transportó documentos clasificados entre Londres y Moscú durante la Segunda Guerra Mundial. Antony Sutton asegura que el 322 actúa como recordatorio de la madre de la organización en Alemania, El Grupo Estadounidense fundado en 1832, donde en el libro de inscripción está en el capítulo dos (32-2).

Jo de vosaltres, no seguiria investigan més.

http://es.wikipedia.org/wiki/Skull_and_Bones

Anónimo dijo...

Otro episodio extraño fue su muerte, atropellado por un tranvía que iba a 2,2 metros por hora. Nadie se explica por qué ni vio al tranvía, ni se paró a atarse el zapato (lo llevaba desatado), ni el conductor frenó en seco (la velocidad era tan escasa, que no se explica cómo a una considerable distancia no se accionaron los frenos, ni se detuvo el tranvía) ni nadie avisó al conductor, ni a Gaudí (parece que fue víctima de una conspiración, ¿verdad?). Criminólogos expertos en asesinatos premeditados de toda la historia han apuntado como posibles culpables de su muerte al conductor del tranvía (agente contratado por los Güell para liquidar a Gaudí antes de que venciera el plazo para el cobro de la deuda por el último encargo), a Mosén Cinto Verdaguer (que envidiaba al arquitecto por ser más famoso que él y jorobarle la conmemoración del centenario), a la rama secreta de los Illuminati (como venganza por revelar alguno de sus secretos) o al Priorato de Sión presidido por el abate Sauniére que también quería descubrir el secreto de la Sagrada Familia. En definitiva, un embrollo de cuidado.